Por Felipe Mendiola Parra
Dice Cuitláhuac a Fernando Yunes que él si respeta la investidura
En todos los grupos hay niveles y eso quedó demostrado hoy con la respuesta del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Rompió de tajo lo que alguien pensó que podría convertirse en una cadena de improperios, pero no fue así.
La reportera le preguntó su opinión acerca de lo que expresó el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, quien utilizó frases fuera de lugar para dirigirse al mandatario veracruzano, cuando se encontraba iracundo, en una entrevista de radio.
Ante el cuestionamiento, Cuitláhuac García guardó el comportamiento y solo expresó “Yo tengo que cuidar la investidura de él; él es alcalde, tiene una representatividad y debe prevalecer el diálogo respetuoso. Yo si lo respeto y no puedo rebajarme en los términos que él se expresó”.
No habló más del tema, no fue más allá. Detuvo la inercia que pudo provocar otra respuesta ofensiva porque su comportamiento fue distinto.
Los discursos en público de los hermanos Yunes Márquez son conocidos, lanzan ofensas e insultos pensando que así podrían espantar a sus contrincantes, como cuando Miguel Ángel se refirió al entonces candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador y le dijo “Viejo loco y guango”.
Ningún impacto negativo tuvieron esas frases, López Obrador obtuvo el triunfo y hoy es el presidente de México, mientras que Cuitláhuac García Jiménez logró la gubernatura de Veracruz.
Lamentable pero solo denigran el nombre de las instituciones que los educaron, seguramente son los mejores planteles pero algo pasó que no permeó esa educación en estos jóvenes políticos que se desesperan y arrebatan.
No es la fuerza del PAN la que los hace comportarse así, porque conozco importantes políticos de ese partido con los que he platicado y su nivel es muy elevado, respetuoso, con un alto nivel de discusión.
En alguien debía caber la prudencia y fue en el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien tiene los hilos del poder en sus manos y, por supuesto, no le hace falta hacer ese ridículo de extra limitarse en el lenguaje. Más claro ni el agua.